El banquete es, para algunos invitados, el recuerdo más importante de una boda. Irse a casa con la tripa llena de buena comida lo agradecen mucho. Habrá otros invitados, por supuesto, que den mucha menos importancia a la comida y se queden con otros detalles como la ceremonia, o el primer baile, o lo bien que se lo pasaron en la fiesta posterior.
En cualquier caso el menú habrá que cuidarlo. Para la comida mejor platos más contundentes y para la cena algo más ligeros. También es importante decidir si hay cóctel inicial: algunos son tan abundantes que muchos invitados quedan ya casi satisfechos a esa altura del banquete.
Habrá que tener en cuenta también si hay algún invitado vegetariano o que, por ejemplo, no pueda comer carne de cerdo, o que sean alérgicos al marisco.
En la mayoría de menús hay una mezcla de marisco, carne y pescado, en ocasiones excesiva esta mezcla para el estómago de los invitados y se termina dejando la mitad. Quizás sería mejor concentrar la comida en un gran plato de carne o de pescado en vez de dos platos diferentes, pero es cuestión de gustos y de que al final, a ser posible, no se tire demasiada comida. Como anécdota unos novios sirvieron una comida más ligera en su menú, y después donaron 30€ por persona asistente a la boda a una ong de ayuda al tercer mundo; quizás no todos los invitados valoraron la decisión pero seguro que fue muy recordada y no se tiró tanta comida como en otras bodas.
La tarta nupcial es otro clásico en los banquetes. Es importante que tenga buen sabor y no sea pesada. El chocolate es muy utilizado y se puede combinar con alguna fruta para suavizar el dulce. En ocasiones se sirve con helado y después con café, té o infusión.
Como bebida: vino tinto, blanco o rosado y el cava final, así como agua y zumos o refrescos.
Cada restaurante tiene de todas formas sus especialidades y sus recomendaciones a los novios. Aparte de lo bonito que sea el lugar de celebración contará también la calidad del menú y la variedad de ofertas y presupuestos que tengan. Siempre se suele hacer una prueba de los platos que servirán el día de la boda, aunque obviamente cocinar para dos o cuatro personas no es lo mismo que hacerlo para doscientas o trescientas.
Fotoluna – Fotografía de bodas en Málaga y Andalucía.